Descubren monedas antiguas del Imperio romano en un castillo en ruinas de Japón

Cuando el arqueólogo japonés Hiroyuki Miyagi escuchó que un grupo de monedas antiguas de los imperios romano y otomano habían sido desenterradas de las ruinas de un viejo castillo en Okinawa, creyó, inicialmente, que se trataba de una broma.

“No podía creer que hubieran encontrado monedas del Imperio romano en el castillo Kasturen”, le dijo a CNN Miyagi, quien trabaja en la Universidad Internacional de Okinawa. “Creí que eran réplicas que habían sido arrojadas por turistas”.

En 2013, un grupo de arqueólogos del Comité de Educación local de la ciudad de Urama estaba excavando el castillo Katsuren —un patrimonio de la humanidad de la Unesco— que está ubicado en Okinawa, la prefectura más famosa de Japón meridional.

Sin embargo las antiguas piezas —diez en total— fueron descubiertas recientemente cuando Toshio Tsukamoto, un investigador del Departamento de Bienes Culturales del templo de Gangoli, las vio cuando viajó a ese lugar desde Nara.

El Comité de Educación de Bruma anunció su descubrimiento este pasado lunes 26 de septiembre.



“Vine a analizar artefactos como armaduras samurai japonesas que fueron encontradas allí cuando encontré las monedas”, le dijo Tsukamoto a CNN.

“He estado en lugares de excavación en Egipto e Italia y he visto varias veces antes muchas monedas romanas, así que las reconocí inmediatamente”.

Luego, Miyagi examinó las monedas utilizando tecnología de rayos X.

“Puedes ver claramente los grabados de las monedas cuando usas rayos X”, le dijo Miyagi a CNN.

El arqueólogo encontró que la moneda otomana tenía inscripciones que datan de 1687, mientras que las del Imperio romano parecían ser mucho más viejas, al menos de entre 300 a 400 años antes de Cristo.



Es difícil decir de dónde son exactamente estas monedas, según Masaki Yokou, portavoz del Comité de Educación de la ciudad de Uruma.

Yokou —que describió el descubrimiento como extraño e interesante— explicó que el castillo Katsuren es conocido por tener relaciones comerciales con China y otros vecinos asiáticos en los siglos XIV y XV.

“No creemos que haya un vínculo directo entre el Imperio romano y el castillo Katsuren, pero el descubrimiento confirma cómo esta región tenía relaciones comerciales con el resto de Asia”, dijo Yokou.

Ambos, tanto Yokou y Tsukamoto especularon que las monedas terminaron en Japón después de pasar a través de diferentes rutas que unían Occidente con Asia.

Miyagi, que dijo que el descubrimiento es “notable”, y añadió que el siguiente paso es tratar de encontrar cómo fue que esas monedas terminaron en Japón.

Otros artefactos encontrados en la excavación del castillo Katsuren incluyen cerámicas japonesas y objetos usados por habitantes del castillo, así como monedas chinas y cerámicas que pudieron haber adquirido en actividades comerciales con China.

“Estas cerámicas chinas y las monedas que encontramos son de por lo menos de hace 600 o 700 años y nos gustaría analizarlos en conjunto con esas monedas para saber cómo pudieron llegar aquí”, puntualizó Miyagi.

Fuente: cnnespañol.cnn.com

Cómo los australianos crearon su primera moneda de curso legal, usando dólares españoles perforados.



En 1812 Nueva Gales del Sur, la primera colonia creada por los británicos en 1788 en el continente inexplorado que todavía se llamaba Nueva Holanda, tenía una extensión mucho mayor que hoy en día, incluyendo toda la tierra australiana conocida, pero también Nueva Zelanda y otras islas. Ante la escasez de monedas el gobernador Lachlan Macquarie encontró una ingeniosa solución para dotar de efectivo metálico propio a la nueva colonia, creando así la primera moneda acuñada en territorio australiano.

Hasta entonces, al igual que ocurría en el resto del mundo colonial, lo habitual era utilizar monedas tanto del país colonizador como cualquier otra divisa internacional. Libras, florines, ducados, rupias y johannas circulaban como resultado del comercio que llegaba a través de los buques mercantes. En aquella época Londres todavía no proporcionaba un suministro adecuado a sus colonias, por lo que las monedas se iban con el comercio igual que llegaban, dejando a los habitantes de Nueva Gales del Sur sin efectivo.

El gobernador Lachlan Macquarie

Pero la principal divisa internacional desde el siglo XVIII era el Real de a 8, también conocido como dólar español. Se trataba de una moneda de plata con un valor de 8 reales acuñada a partir de 1497 en las colonias españolas de América, principalmente México y Bolivia. De allí se trasladaban en grandes cantidades hacia España y sus colonias como Filipinas, para ser usada en el comercio de mercaderías orientales. Así su uso se extendió por todo el sureste asiático e incluso por las colonias británicas de América (de hecho sería la primera moneda de curso legal en los Estados Unidos, donde circuló hasta 1857).

El gobernador encontró en el abundante dólar español lo que necesitaba para dotar a Nueva Gales del Sur de moneda propia. Hizo importar 40.000 de estas monedas, que arribaron el 26 de noviembre de 1812 a bordo de un buque procedente de Madrás. Una vez llegadas a tierras australianas le ordenó al falsificador William Henshall (quien curiosamente había sido perdonado de sus delitos apenas un par de meses antes) que extrajese la parte central de cada una, con el fin de duplicar su número.



Probablemente Macquarie conocía el caso de las Indias Occidentales Británicas, donde años antes se había realizado un proceso similar con un cargamento de dólares españoles capturados. Se cortaban y reacuñaban para que no pudieran volver a manos españolas.

Henshall las agujereó creando de ese modo 79.820 monedas (el resto desaparecieron durante el proceso) que fueron reacuñadas añadiéndoles la inscripción New South Wales 1813 y su H inicial entre las hojas de la acuñación original. Así aparecieron el dolar agujereado y el dolar sobrante, siendo éste último como se denominaba a la parte central extraída. Al primero se le asignó un valor de 5 chelines, y al segundo de 15 peniques. Empezaron a circular en 1814 y fueron la primera moneda acuñada en Australia. En 1822 fueron sustituidas por monedas de plata de ley, y en 1829 dejaron de usarse.



El taller donde Henshall realizó los trabajos se encuentra en el sótano de un edificio conocido como La Fábrica, en la esquina de las calles Bridge y Loftus en Sidney, y está considerada la primera Casa de la Moneda de Australia. Henshall desapareció de la colonia en 1817 y nunca más se supo de él.

De las 79.820 monedas se estima que hoy en día quedan unas 1.300, 300 dólares agujereados y unos 1.000 sobrantes, todos ellos acuñados originalmente en México, salvo 5 que lo fueron en Potosí, Bolivia. La mayoría se encuentra en colecciones numismáticas privadas, o en museos como el Museo Nacional de Australia, donde encontramos la historia.

Fuente:labrujulaverde.com

Emisiones Septiembre 2016 de la Royal Canadian Mint

Aquí tenéis una selección de imágenes de las emisiones numismáticas que han sido puestas a la venta por la Royal Canadian Mint, durante este mes de septiembre de 2016.

Es sorprendente comprobar el número de monedas diferentes que puede presentar esta Casa de Moneda cada mes, pero lo que es más importante, la gran mayoría de estas son de una gran belleza, siendo piezas que pueden tener un lugar destacado en cualquier colección, aunque últimamente están abusando de las monedas coloreadas.



Fuente:numismatica-visual.es