Los que coleccionan monedas con errores

Cospeles defectuosos, fallas en el proceso de acuñación o deficiencia del cuño, crean piezas especiales para juntar.



¡Atención lector! Desde el momento que leas esta nota, vas a prestar más atención a aquellos objetos redondos y metálicos que descansan en tus bolsillos. Porque, quizás, tengas entre tus manos, alguna moneda con error.

“Los erroristas son los coleccionistas más jóvenes del rubro numismático ya que tienen mejor vista, más tiempo para buscar y, a su vez, conlleva un menor capital para invertir. Es un mercado que tiene poco más de un lustro”, dice Ariel Dabbah, técnico en informática y poseedor de una colección con unos 1.000 errores.



En Facebook el grupo Monedas Argentinas Errores y Variantes, cuenta con casi 2150 miembros. Y ya desde la definición de ese grupo surge una polémica: “¿qué es error y qué variante? “Un error es una pieza que no debió haber pasado los controles de Casa de la Moneda, es único e irrepetible”, dice Dabbah. La variante, son monedas que difieren entre sí por una variación en su etapa de diseño.

Dabbah, editó, hace pocos meses, el primer libro sobre el tema (Errores de acuñación en la amonedación nacional 1881-2016) ya que faltaban referencias y habían ciertas dudas, como, por ejemplo, en el término “defectos de acuñación”. “Es cuando hay una falla en el cuño y este se serializa en varias monedas”, define el autor.


DEL METAL AL PAPEL. Un ejemplo de baño electrolítico incompleto, del libro de Ariel Dabbah, junto a la pieza original. 

Desde su origen, toda moneda corrió riesgo de ser presa de un error por deficiencias del cospel (la pieza metálica virgen sobre la cual se imprime el anverso y reverso), por defecto en el cuño de origen o por una falla durante el proceso de acuñación.

Y aunque no lo crean, hay un sinfín de errores y variantes. Entre los más conocidos figuran las monedas capadas (les falta un segmento circular, siendo piezas no perfectamente redondas, debido a una incorrecta perforación en la tira de cospeles), laminadas/laminaciones (cospeles más delgados y otros que se desprenden entre varias capas de metal), descentradas (la impresión del cuño queda desplazada en el cospel). También están las dobles acuñaciones (el mismo cospel recibe dos o más golpes de cuño) o bien la acuñación incisa y la incusa, esta última se produce cuando entre el cospel objeto de una acuñación y un cuño, se interpone una moneda, transfiriendo su relieve.


EJEMPLOS. Distintos tipos de errores en la moneda, sea por cospel, cuño o proceso de acuñación.

Si quieres ponerte manos a la obra con estos hallazgos y no desencantarte rápido en la búsqueda, lo aconsejable es dar con lotes de “toritos” o cabeza de Bazor, monedas emitidas en Argentina entre 1942 y 1950. “Esa serie se hizo con apuro y casi sin control de seguridad, el cospel era nacional. Es más difícil encontrar un ´torito´sin error que en perfectas condiciones”, dice Leonardo Landin, un referente en el tema.
¿Los errores más valiosos? Para Dabbah son los “ex profeso”, el que fue fabricado con una intencionalidad. “Por ejemplo, si agarro un cospel de $1 y lo meto en la acuñadora de 50 centavos. Son los mas llamativos pero, si pensamos mal, fue hecho adrede para el mercado de errores. En EE.UU. es considerado un delito gravísimo”.



El estudio de los errores también es frecuente en la numismática antigua. “Nos permiten saber algo más sobre la forma en que dichas monedas eran manufacturadas, como la acuñación incusa”, indica Damián Salgado, abogado y numismático.

Por otro lado, Alejandro Gutiérrez y Ricardo Veltri, de Adventvs (dedicado al estudio de la numismática antigua) expresan que los errores “son tan viejo como la moneda misma”. Y citan ejemplos que tienen a mano como un as incuso de Tiberio (14-37d.C), un follis de Helena (327-328d.C.) -que marca en ambas caras el anverso y reverso de la misma figura- o una moneda china medieval, de la dinastía Song (960-1289d.C.), cuyo molde de reverso quedo descentrado.


ACUÑACION INCUSA. Un caso de error en la numismática antigua, ocurrido en un as de Tiberio.

“En las monedas antiguas, acuñadas a mano (o fundidas) las acuñaciones tienen, en un alto porcentaje, algún grado de defecto: lo perfecto es lo excepcional. Esto último se da en las monedas medievales de oro y plata fina, que eran producidas con inmensos controles de calidad y operarios profesionales”, agrega Salgado.

¿A qué después de leer esto, ya revisarás con más atención tus bolsillos?


EL CRACK DEL ERROR NUMISMATICO. Leonardo Landin tiene una imponente colección de piezas. Algunas valen hasta 5.000 dólares. 




Fuente: clarin.com

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