Las monedas en forma de corazón de Potosí

Dice Wikipedia que el Sagrado Corazón de Jesús es “la devoción católica al corazón de Jesús como símbolo de amor divino”.

En España y en latinoamericana hay mucha devoción al Sagrado Corazón de Jesús y se encuentran referencias que van mucho más allá de los aspectos puramente religiosos. Como ejemplos tenemos que el Sagrado Corazón de Jesús es el patrón de Colombia y de la Armada de Chile. Otro ejemplo peninsular son los famosos “detente bala” carlistas, muchos de los cuales llevaban una imagen y una oración al susodicho corazón. Pero sin duda alguna, cualquier aficionado a la numismática encontrará como la referencia más bonita los famosos corazones acuñados en Potosí, pues bien pueden considerarse unas de las más bellas monedas jamás acuñadas en plata. En este artículo comentaré brevemente los llamados “corazones de Potosí” o “macuquinas en formas de corazón” o “acuñaciones especiales en forma de corazón”; para ello me baso en este artículo de Daniel Frank Sedwick y en el libro de Lázaro.



La cuestión es que a finales del siglo XVII y durante la primera mitad del siglo XVIII se acuñaron en Potosí unas monedas de plata que seguían la metrología castellana de la época y que tenían la forma del Sagrado Corazón de Jesús. No se sabe por qué se acuñaron ni tampoco por qué se acuñaron solo en Potosí y no en Lima o México. Además, indica Sedwick, y me ha corroborado Glenn Murray, que no existe ningún tipo de documentación en la ceca sobre estos corazones. La sospecha de Murray, tras haber pasado unos meses estudiando el archivo de la ceca de Potosí, es que el registro de estas monedas está incluído en el peso en marco de los galanos. Seguramente nos lo cuente con detalle en su próximo libro.

Hay quienes apuntan a que estas monedas se utilizaron como exvotos a Jesús o a la Virgen. Hay quienes incluso dicen que el agujero que incluyen estas piezas se utilizaba para coserlas en el manto de la Virgen; pero no hay ningún registro de ninguna iglesia que hable de estas monedas. Otros indican que eran piezas de ostentación y que se llevarían colgados en collares; pero la mayoría de los ejemplares no parecen haber sido usados como joyas. Así que, sin ningún aporte documental, me parece difícil que algún día vayamos a saber la razón por la que se acuñaron estas piezas. Probablemente fuesen, sin más, encargos caprichosos de algunos mercaderes de plata a la ceca de Potosí.



Existen ejemplares de todos los módulos de plata acuñados en la época: medio real, un real, dos reales, 4 reales y 8 reales. Son todos muy rarísimos y muy queridos internacionalmente, por eso su precio es muy alto y no son muchos los coleccionistas que se pueden dedicar a ellos a pesar de que a todos los apasionados por la numismática nos encantaría tener uno. Pero hay algunos módulos más raros que otros: los medios reales con forma de corazón son rarísimos y el total de ejemplares conocidos se cuenta con los dedos de las manos; de uno y dos reales es de los que más abundan, si bien no dejan de ser difíciles y más si se buscan con cierta calidad; de cuatro reales y de ocho reales hay menos y son más queridos (sobre todo los duros), lo que hace que el precio se dispare. Si hablamos de rango de precios razonables, podríamos decir que los de 1 real y 2 reales pueden rondar entre 3.000 y 6.000 euros; los de medio real el doble; los de 4 reales pueden partir en 20.000 euros y los de 8 reales probablemente en 35.000 euros. ¡¡Como para meterse con ellos!! Si queréis más detalle de las acuñaciones y los ejemplares conocidos os recomiendo que leáis el artículo original de Sedwick en el que los enumera.

Desgraciadamente hay muchos corazones de Potosí falsos en el mercado. Por eso siempre hay que comprarlos a un comerciante experto en ellos y que sea de nuestra confianza. Debo decir también que todas las falsificaciones que he visto son muy burdas y no engañarían a nadie por poca experiencia que tenga. Os dejo unas pocas que he visto por eBay y por en un grupo de Facebook. Creo que es evidente la diferencia con el ejemplar anterior de dos reales o con el de ocho reales que ilustran la entrada (ambos subastados por Áureo). Lo que quizá no sea tan evidente es que en el caso de los corazones es muy importante que den el peso. La razón es que muchas falsificaciones (burdas, pero que podrían colar a alguno) se realizan utilizando una moneda de plata macuquina y recortándola después en forma de corazón, por lo que se reduce significativamente su peso con respecto a las auténticas.



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