Una moneda de 2.050 años y 1.500 euros




El as ibérico, expuesto en la convención numismática de Segovia, data del año 30 a.c. pero sus orígenes no están confirmados

Es de bronce, pesa 8,28 gramos y es el primer documento donde aparece escrito el nombre de Segovia, con la misma grafía y letras de la actualidad. El as ibérico data aproximadamente del año 30 antes de Cristo y es de las monedas más grandes acuñadas en bronce en la época. El propietario, Juan Francisco Sáez, ha recabado una quincena de piezas a lo largo de las tres últimas décadas pero ninguna procede de la ciudad, sino del entorno próximo; llegaron de El Escorial o Cuenca. «En Segovia no ha aparecido ninguna pieza de estas en ninguna excavación ni en museos. Se dice que es de Segovia porque aparece la palabra, pero estaba la Segovia bética. Realmente no sabemos mucho de qué asentamientos teníamos aquí en aquella época», explica. Este documento histórico se vendía ayer en la Convención Numismática de Segovia por unos 1.500 euros.

El as ibérico es una de las piezas con mayor trascendencia histórica de la convención celebrada por sexto año, con una treintena de expositores de toda España y objetos de todo tipo: medallas, figuras de decoración, rosarios, billetes, relojes, condecoraciones militares o postales. El año pasado hubo un cincuentín segoviano que valía «varias decenas de miles» de euros.

Hay otras piezas de prestigio como los reales a ocho, de 1586, que muestran el cambio tecnológico: de acuñar en martillo al grabado perfeccionado y circunferencia regular de la Real Casa de la Moneda. «Uno de los grandes misterios es por qué Felipe II la pone en Segovia, estando Sevilla, que recibía los metales desde América, u Oporto [ Portugal perteneció a la corona española hasta 1640]... Segovia era una ciudad industrial y pañera pero ni grande ni burocrática», concluye Herrero. Gracias a ello la ciudad es marca de calidad. «La evolución industrial va más hacia una moneda que impida la falsificación que a la velocidad. Todos los reyes acuñaron moneda aquí hasta 1868 y tuvimos a los mejores grabadores».



Fuente: elnortedecastilla.es

La Fábrica de la Moneda lanza un pack de 8 monedas y las conmemorativas de 2 euros


La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre - Real Casa de la Moneda ha puesto a disposición del público un pack de ocho monedas faciales del sistema monetario europeo más otras dos conmemorativas de dos euros, emitidas a principios de año, en un pack llamado 'Euroset 2018' dedicado al 50 aniversario de Su Majestad el Rey Don Felipe VI y al Centro Histórico de Santiago de Compostela.

La colección, que se puede adquirir desde este lunes 6 de abril en comercios filatélicos y numismáticos o en la propia Real Casa de la Moneda, en Madrid, tiene un coste de 70 euros en calidad 'proof' o 26 euros en calidad circulante.

Mientras que los ejemplares de mayor calidad se limitarán a 2.000 estuches, los packs de calidad circulante alcanzarán los 20.000 ejemplares.

Las monedas conmemorativas de dos euros, dedicada una al Rey Felipe VI y otra al Centro Histórico de Santiago de Compostela, también vendrán incluidas en dichos estuches.



Fuente: bolsamania.com

2 euros: Cómo ganar dinero por el precio de una tapa

Una pieza conmemorativa como la de la Princesa Grace Kelly de Mónaco puede llegar a venderse por 600 euros.

Las monedas de un único valor también se utilizan como método de ahorro particular.


Dos euros es el precio estándar de una bebida con tapa en Granada. Justo el mismo dinero que el exalcalde Torres Hurtado pedía que se incrementara el ticket de la Alhambra para destinar ese plus a la rehabilitación y el mantenimiento del Albaicín en una de sus ideas más recordadas durante sus trece años de mandato. Lo que desconoce mucha gente es el poder de atracción que tiene una moneda de dos euros para los coleccionistas de la numismática y el dinero extra que se puede hacer con algunas de estas piezas si poseen un elemento diferencial como la imagen del granadino Patio de los Leones o la cara de Gracia de Mónaco.

La fiebre por las ediciones conmemorativas que cada año hace la Unión Europea ha desatado toda una cacería virtual por monedas como la 'Grace Kelly', la serie de dos euros con la cara de la Princesa de Mónaco que el Banco Central Europeo sacó a circulación en 2007 y cuya pieza única cotiza a día de hoy a unos 600 euros en el mercado online, aunque su precio ha llegado a superar los 1.000 euros hace unos años. En las páginas de venta de internet no hay constancia de que una 'Grace Kelly' ande cerca de Granada, aunque son numerosos los anuncios emitidos desde aquí para vender monedas de dos euros.

Son lo que en el argot del coleccionista se llaman monedas proof o pruebas de acuñación en español- y que hacen referencia a las primeras muestras de un lote nuevo que se hacen en una serie limitada. La razón histórica de estas pruebas era controlar la calidad del cuño y utilizarlas con fines de archivo. Pero, en la actualidad tienen valor coleccionista casi exclusivamente. Así, la conmemorativa de Grace Kelly no es la única que está muy bien valorada en internet. Otro ejemplo es la serie de los dos euros españoles que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre emitió en 2009 para celebrar el décimo aniversario de la Unión Económica y Monetaria y que tiene las estrellas dibujadas más grandes de lo normal. Este error de la FNTM provoca que esta moneda tenga un valor en internet cercano a los 100 euros. No hay cifras exactas de su tirada, aunque se estima que puede haber unas 100.000 en circulación.

Los paraísos fiscales son otro de los chollos para los expertos en numismática ya que las tiradas de estos minipaíses son muy escasas. Mónaco no sólo cuenta con la de la Princesa Gracia, sino que tiene otras monedas valiosas como la del Castillo en la Roca. San Marino también tiene monedas con la cara de Galileo que en internet se pagan más de 200 euros. Por su parte, el Vaticano cuenta con algunas piezas de gran valor como la del 2004 cuando se conmemoraron 75 años de la creación de la ciudad así como las 100.000 unidades de dos euros que se hicieron en el año 2005 con motivo de las Jornadas de la Juventud celebradas en la capital germana de Colonia. Precisamente en Alemania se encuentra otra moneda preciada, la que se creó en 2008 con el mapa antiguo de la zona euro solamente con quince países y cuyo valor se aproxima a los 100 euros.

Los expertos en este fenómeno de la numismática también tienen apuntadas otras monedas como la finlandesa de la ampliación de la Unión Europea, la primera serie de monedas conmemorativas que aprobó el BCE en 2004 y que tuvo un millón de unidades. Su precio oscila entre los 60 y 70 euros. Más barata es la que acuñó Eslovenia en 2007 con motivo del Tratado de Roma y cuyo valor está tasado en unos 40 euros, mientras que algunas piezas de países como Bélgica o Malta también se mueven en estos precios.

La opción más accesible para los coleccionistas locales es buscar las emisiones de monedas de dos euros que anualmente hace la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, Una de ellas es la del Patio de Los Leones de la Alhambra, emblema de Granada y sin duda uno de sus principales puntos de interés turístico, que fue la imagen de la moneda conmemorativa de euros que el Tesoro Público, a través del Banco de España, puso en circulación en 2011. Esta moneda, acuñada por la FNTM, muestra en la zona central del anverso una imagen del incomparable Patio de los Leones de la Alhambra de Granada, mientras que debajo, y en disposición circular, aparece la palabra España. Al lado está el año de acuñación, 2011 y, a la izquierda, figura la marca de CECA. El reverso es el mismo que llevan las demás monedas de dos euros. La emisión era de un máximo de ocho millones de piezas.

Desde el año 2010, la emisión anual de moneda conmemorativa de 2 euros que autoriza la Comisión Europea está dedicada a los bienes y lugares españoles inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), como es el caso del conjunto monumental de la Alhambra. Precisamente en 2010 le tocó el turno a otro monumento ubicado en Andalucía. En concreto, al Centro Histórico de Córdoba. Los últimos ejemplos de estas piezas especiales de las FNTM han estado dedicadas a Iglesia de Santa María del Naranco, Acueducto de Segovia, el 30 aniversario de la Bandera Europea, la proclamación de el Rey Felipe VI, la Cueva de Altamira, el Parque Güell, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y la Catedral de Burgos. No obstante, todas estas series no tienen tanto 'caché' al ser mucho más accesibles porque tiene tiradas más grandes que las mencionadas anteriormente, por lo que su valor se puede doblar o triplicar a lo sumo.

Pero entre todo este fenómeno por las monedas de dos euros, merece la pena hacer un aparte para una moneda de un céntimo de Italia, acuñada en 2002, que se ha convertido en la más valiosa para la numismática europea. Esta diminuta pieza de cobre cuesta una fortuna por un error al acuñarse. Estas monedas salieron de la fábrica de monedas con un tamaño de las de dos céntimos, una tara por la que algunos especialistas empezaron a pagar más de mil euros. Hoy, según algunas páginas de numismática, se ha llegado a pagar 6.600 euros por una de ellas.

Pero, las monedas de euro no solamente tienen un valor ¡especulativa', sino que también pueden utilizarse como complemento para el ahorro particular. Esta es la historia de Irene y Pepe, una pareja granadina que vigila cada vuelta en los supermercados y en los bares a la caza de la moneda de euros. Primero miran si es una de las codiciadas piezas que tienen valor en internet, lo que no ocurre casi nunca. No obstante, utilizan las monedas de dos euros -que escasean más que las de un euro y los céntimos- como método de ahorro. Moneda de dos euros que encuentran va directa a la hucha para las vacaciones o para solventar gastos imprevistos. En pocos meses y con mucha atención para que no se les escape ninguna ya han conseguido recabar más de 600 euros.

Pero ya saben, que nunca está de más contribuir a la economía y tomarse una tapa de vez en cuando. A dos euros, oiga.



Fuente: granadahoy.com

«La conservación marca más el valor de una moneda que su antigüedad»


Pablo Vázquez: El experto sostiene que las piezas más cotizadas son únicas, pero siempre las mismas


Tras conversar unos minutos con Pablo Vázquez, uno de los anticuarios que cada jueves coloca sus piezas de coleccionista en los soportales de la plaza de Cervantes, se llega a la conclusión de las monedas guardadas en la caja de Cola Cao de muchos hogares gallegos son una inversión con poco recorrido. Vázquez, de una familia de anticuarios de A Coruña que acuden dos veces por semana a Santiago (los sábados están en los soportales del Franco), bromea acerca de la manera en que los gallegos conservan habitualmente sus viejas monedas. «El bote de Cola Cao está presente en muchos hogares, y se va llenando de monedas, que muchas veces no tienen ningún valor o más bien escaso». La primera recomendación es «no limpiar nunca las monedas», y es que «incluso el algodón deja huellas, pequeñas señales que, si la pieza tenía valor, puede perderlo en gran parte, por su deterioro. Es mejor dejar la moneda tranquila». Ahora está comenzando a imponerse un sistema que permite guardar la moneda al vacío, pero «puede costar unos 30 euros, así que tiene que valer la pena», explica.

Para demostrar que el grado de conservación de una moneda o de un billete es fundamental para determinar el valor, Pablo muestra una serie de monedas romanas que «son auténticas y antiguas, no engaño a nadie» y que se venden por nueve euros frente a pesetas de la época franquista con valores superiores. «La conservación es más importante que la antigüedad, y después están las rarezas. Lo fundamental para que una moneda tenga un valor elevado es el número de piezas que se acuñaron». Ante las noticias que apuntan a pesetas que adquieren valores de hasta 20.000 euros, un comentario de Pablo termina con casi todas las posibilidades de encontrar en el bote de Cola Cao una de ellas. «Casi siempre son piezas únicas. Es siempre la misma, que se subasta, pero es que no hay un montón de monedas iguales. Por eso valen lo que valen. Y, claro, su estado de conservación es bueno».

Aunque no es habitual que tenga ejemplares de gran valor en su puesto del mercado de antigüedades, Pablo ofrece algunos ejemplos de monedas con un «buen valor económico, como una peseta de Franco de 1946, que puede costar 4.000 o 5.000 euros, y otra de 1952, que vale 16.000 euros». Entre las características que vienen a determinar el mayor valor de una moneda frente a otras está también la cantidad de piezas iguales que existen. «Los fallos de impresión tiene más valor que las perfectas. Si en una tirada se comete un fallo, las que salen antes de que se detecte el error tendrán más valor, pero ya digo que son pocas».

Para las personas que quieran iniciarse en el mundo de la numismática, Pablo Vázquez recomienda empezar por algo pequeño. «Por ejemplo, por 50 o 60 euros se puede tener toda la colección de las monedas de la República, que está muy de moda», y «para los amantes de la Historia, esta se puede repasar por medio de las monedas, una por época. Las hay desde muy baratas hasta muy caras».

Vázquez considera por su experiencia y la de su padre, de quien heredó su pasión por el mundo de la numismática, que los compostelanos tienen mucho interés por esta actividad, y «hay coleccionistas buenos». Insiste en que «lo mejor es dejarse aconsejar por expertos. Como en todos los sectores, hay de todo, pero es importante no engañar a los clientes. Yo soy sincero, y si una moneda que me traen para valorar no tiene valor, no voy a dárselo, pero si me traen una buena, también se lo digo. Además, hay unos libros que permiten hacerse una idea del valor de la piezas, y euros arriba o abajo, es mejor evitarse problemas».
El protagonista. Pablo Vázquez pertenece a la segunda generación de una familia de A Coruña dedicada a la numismática.

Mercadillo de antigüedades. En Santiago se celebran dos citas semanales fijas. Una los jueves, en Cervantes; y otra, los sábados, en el Franco.



Fuente: lavozdegalicia.es

¿De dónde surge la expresión ‘Para ti la perra gorda’?

Hoy en día apenas se usa la expresión ‘Para ti la perra gorda’ pero hasta hace unas décadas era muy común su uso sobre todo para zanjar una disputa verbal en la que una de las partes desistía de seguir discutiendo y la decía a modo de zanjar el tema, como si le estuviera dando la razón a la parte contraria pero no dándosela en realidad.


La expresión hace referencia a una moneda de bronce acuñada en España en 1870 cuyo valor era de diez céntimos de peseta. Ésta llevaba en el anverso la figura femenina de Hispania sentada sobre unas montañas y en el reverso un león de pie (sobre sus patas traseras) sujetando el escudo de España.

Y es precisamente ese león, cuyo diseño dejaba mucho que desear, lo que propició que el pueblo comenzase a decir que más que un león parecía un perro, rebautizando a las monedas de diez céntimos con el sobrenombre de ‘perra gorda’.

Pero al igual que había una perra gorda también había una moneda apodada como ‘perra chica’, la cual era exactamente igual pero de menor tamaño y la mitad de valor (cinco céntimos de peseta). Cabe destacar que también se acuñaron monedas de uno y dos céntimos en los que aparecía el mencionado león en el anverso, pero éstas no recibieron tales apelativos.

A lo largo de siete décadas fueron monedas de uso común y, por tanto, el apelativo de perra chica y perra gorda se utilizó ampliamente, dando esta última origen a la expresión referida.

Como dato curioso, señalar que en 1941 fueron sustituidas por monedas del mismo valor pero realizadas de aluminio y en el que se cambió el diseño (en el anverso aparecía un jinete íbero con una lanza y en el reverso el escudo de España con el águila de San Juan) y el bronce fundido, de todas las monedas antiguas de las perras gordas y chicas, fue utilizado en el tendido eléctrico del ferrocarril que unió las poblaciones de Ávila y Segovia.








Fuente: 20minutos.es